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¿QUIÉN SOY?

Frank Norton (Dublín, Irlanda). Actualmente reside en Zaragoza.

Con una trayectoria muy consolidada en escultura para Obra Civil y restauración de Patrimonio Artístico, en esta nueva etapa, Frank Norton pone su mirada en obra más íntima, para espacios más privados. “Me parece esencial el diálogo con el cliente, hacer lo que él o ella necesita para su espacio y no lo que yo quiera o tenga en mente. Tener en cuenta las características del lugar, su luz, y la personalidad del cliente, sus gustos y anhelos, son elementos fundamentales antes de sentarse con el papel en blanco y la cartulina sin pliegues ni recortes”.


La tecnología de escaneo y fresado 3D y las enormes ventajas que ofrecen al escultor, sobre todo en Tematización y en corpóreas destinados al mundo de Marketing, no han sustituido las herramientas tradicionales del escultor de CORTEN, en el taller/estudio que Frank tiene a las afueras de Zaragoza; tijera, cartón, compás y cutter por un lado y soplete y martillo por otro. De él han dicho que logra que el duro acero parece volar, amoldándose al espacio.


Integró muy rápidamente las tecnologías 3D en su banco de herramientas, consciente de que era una situación win/win, donde todos…..creador y cliente…salían ganando. Se siente tan cómodo con el ratón como con el lápiz.


El factor ¡Wowww! siempre ha sido una de sus marcas, junto con un enorme respeto por el usuario medio de una autopista o carretera; hacer obra que se entiende. “Los escultores hacemos un flaco favor a la sociedad si nos empeñamos en colocar nuestra obra más personal en sitios públicos. La escultura más personal tiene cabida en colecciones privadas y en museos, y en contadas ocasiones en lugares públicos; si una obra en una plaza pública no produce gozo, si no entretiene, si no despierta al observador de su comprensible letargo, no es apto, y producirá rechazo y hasta asco. Y luego, si ha costado una fortuna, es simple y llanamente escandaloso”.




En Irlanda, ha sido seleccionado en numerosos Concursos de Escultura Pública financiados con el conocido “1% Cultural”.


Actualmente vive y trabaja en su estudio cerca de Aula Dei, de Zaragoza, donde se dedica a la escultura por encargo para espacios públicos y privados.